07/03/2014

Diámetro gotas y tratamiento

Al realizar tratamientos fitosanitarios, el objetivo es obtener una buena cobertura.

Una excelente respuesta a esta necesidad es el tratamiento de bajo volumen.

Un tratamiento se define de bajo volumen cuando el tamaño promedio de las gotas es de alrededor de 100/150 micras; este es el orden de magnitud ideal para garantizar una cobertura óptima. Las gotas más grandes (200/400 micrones como las obtenidas con un tratamiento realizado con una bomba de hombro o con tuberías) pueden producir el fenómeno de "arroyo"Al ser más pesados tienden a caer al suelo invalidando parcialmente el tratamiento y produciendo contaminación.

En caso de gotas más pequeñas (aproximadamente 50 micrones) obtenidas con el tratamiento ULV (ultra bajo volumen), el producto, si se mezcla con agua, corre el riesgo de evaporarse en climas cálidos y acentúa el fenómeno de "deriva".

Además con el ULV es muy importante utilizar la velocidad correcta de tratamiento para evitar esparcir demasiado producto, siendo más concentrado.

Un tratamiento de bajo volumen se realiza utilizando un atomizador; en el caso de los de hombro, su ventilador genera un volumen de aire de alta velocidad que se dirige al tubo de lanzamiento y a la boquilla (si la hay) situada en su salida.

Si el atomizador está equipado con un motor adecuado y el sistema de salida está correctamente diseñado, cuando el aire afecta al producto, lo pulveriza llevándolo al área a tratar.

Las gotas micronizadas se colocan en la superficie realizando una cobertura casi total del cultivo.

Por supuesto, cuanto más se acerque la homogéneneneidad de tamaño de las gotas a su tamaño promedio, mejor será la distribución obtenida.

Por el contrario, la falta de boquilla o una salida muy irregular, típica de algunas máquinas de bajo coste presentes en el mercado, puede empeorar la calidad del tratamiento.

De hecho, para la mejor propiedad del tratamiento, la hoja no debe "lavarse" sino cubrirse con micro gotas.

Además, el aire del atomizador mueve las hojas, lo que no sucede en el uso de bombas, permite el tratamiento en ambos lados. Un método para verificar la eficacia de la cobertura es poner entre las hojas un papel hidrosensible que tiene la peculiaridad de cambiar de color al contacto con el agua.
Estos resultados son fruto del estudio y de la experiencia Cifarelli en el campo de los atomizadores y certificados por las pruebas Enama del atomizador M1200. El ENAMA(Organismo Internacional de Mecanización Agrícola), miembro de Entam, realiza con carácter voluntario auditorías de seguridad acreditadas y pruebas funcionales de maquinaria agrícola y componentes en centros de pruebas especializados. Los certificados se publican y divulgan en informes de prueba específicos, lo que permite una calificación del producto y una garantía para todos los involucrados en la cadena de suministro (fabricantes, distribuidores y agricultores) del cumplimiento de las normativas previstas.