07/06/2013

Después de la lluvia el calor. Es hora de pensar en los mosquitos

Como cada año, de marzo a noviembre, los gobiernos municipales y privados se dedican a tratamientos contra los mosquitos, ya sean larvicidas o adulticidas.

Los primeros, van a eliminar los insectos en la etapa larvaria para limitar su desarrollo en la etapa adulta; el tratamiento adulticida, tiene la función de eliminar la población ya existente.

Mientras que el primero generalmente se hace con pastillas efervescentes para disolver en áreas donde hay estancamiento de agua - medio vector para la reproducción de mosquitos - el tratamiento adulticida se puede llevar a cabo mediante la pulverización de una micro-emulsión distribuida, preferiblemente con un atomizador.



Mosquitos. ¿Solo te molesta?

Dicho esto, antes de pasar al aspecto más práctico de los tratamientos, hay que aclarar que en cualquier caso, vamos a utilizar productos que pueden tener consecuencias perjudiciales para el hombre, para el medio ambiente y para lo que normalmente vive en el medio ambiente.

Los mosquitos, dípteros culicidas dotados en la hembra de aparato bucal punzante chupante, contrariamente a lo que normalmente se piensa, tienen una importante función en el ecosistema.

En virtud de su régimen alimenticio a base de néctar vegetal - solo la hembra fecundada se alimenta de sangre destinando su aporte proteico a la maduración de los huevos antes de su puesta - son un importante vector de polinización para las plantas. Las larvas constituyen una fuente de alimento para los peces y, cuando antes del parpadeo, alcanzan una etapa más adulta, se vuelven apetitosas para las aves, los murciélagos, los anfibios y varios otros animales insectívoros.

No estamos sugiriendo una 'convivencia pacífica' con estos insectos objetivamente molestos y en algunos casos peligrosos para la salud humana; solo, la sugerencia es actuar con criterio y conciencia conscientes del hecho de que vamos a utilizar sustancias que no carecen de efectos negativos sobre el medio ambiente y sobre el hombre.

¿Cuáles son los mosquitos presentes en Italia?

En el territorio nacional hay alrededor de setenta especies diferentes de mosquitos, cada uno con hábitos y características diferentes. Tratar de conocer las principales no es un mero ejercicio entomológico, sino una información importante y útil para intervenir con la máxima eficacia y el menor impacto ambiental y económico posible.

En las últimas décadas, al mosquito común que hace su aparición en el crepúsculo - Culex pipiens - de color marrón claro activo en la noche y temprano en la mañana, se le ha añadido alguna especie diurna - Aedes caspius y albopictus - esta última conocida como mosquito Tigre, negra a rayas blancas, más molesta y agresiva, introducida por Estados Unidos con cargas de neumáticos usados. De origen asiático, gracias a la capacidad de sus huevos para superar las duras temperaturas invernales, se ha difundido rápidamente en el territorio nacional. Afortunadamente vuela poco y por eso es posible circunscribir la zona infestada, por el contrario, incluso mínimas cantidades de agua permiten su reproducción.

Es competencia de las provincias y regiones, por último, la contención del mosquito de arrozal - Ochlerotatus caspius - de color marrón con leves estrías, capaz de volar varios kilómetros y activa especialmente por la noche cuando se mueve en enjambres.

Una curiosidad, la vibración de las alas es característica de las hembras vírgenes y es emitida por un órgano estridulante en la base de las alas. Tal zumbido es advertido solo por los machos jóvenes que serán atraídos por el apareamiento estimulado, entonces, por una feromona afrodisíaca.

Tratamientos larvicidas

Este tipo de intervención se caracteriza por un alto grado de eficacia: se llega a afectar también al 85 por ciento de la población.

El mosquito como estamos acostumbrados a conocerlo, antes de asumir la apariencia de un insecto alado, pasa a través de la etapa de larva que, con cuatro mudas, se convierte en pupa para cumplir finalmente, la metamorfosis que la transformará en adulto.

La larva se alimenta de material orgánico presente en el agua, por esta razón, el estancamiento del agua, protegido del sol, con la presencia de hojas, madera u otro material orgánico representan el hábitat reproductivo ideal y deben evitarse.

El proceso que a partir de la ovodeposición conduce a la etapa de adulto, tiene una duración variable en función de la especie y de la temperatura ambiente; en la fase de máxima reproductividad es de aproximadamente 7-14 días.

Entre los productos de posible uso, mencionamos los reguladores del crecimiento con acción larvicida y ovicida y productos cuyo ingrediente activo biológico actúa sobre la base de proteínas. Por nombrar algunos, pertenecen al primer tipo Pyreproxifen y Diflubenzuron - nombre de los ingredientes activos - que actúan sobre el mecanismo hormonal en la base de la muda y tienen una persistencia de aproximadamente tres semanas pero no son selectivos, Es decir, actúan de forma indiscriminada, afectando también a otros insectos y crustáceos. Es del segundo tipo el Bacillus thurigensis variedad israeliensis caracterizado por un impacto ambiental menor que el primero y de uso más común. Se trata de una bacteria que produce una endotoxina o un cristal que ingerido por las larvas libera la verdadera toxina letal. Debido a su naturaleza biológica se degrada rápidamente, por lo que el tratamiento debe repetirse cada 7-10 días.


Tratamientos adulticidas

Estos tratamientos tienen efecto inmediato en el corto plazo eliminando la población presente en el momento del tratamiento y se aplican generalmente con productos a base de Piretro. Está bien, en este punto, destacar la diferencia entre Piretrinas - compuestos naturales extraídos de crisantemos con propiedades insecticidas utilizados en insecticidas domésticos - y Piretroides - insecticidas sintéticos mucho más tóxicos y persistentes en el medio ambiente que a diferencia de las Piretrinas no son fotolabiles. Los más comunes son la permetrina, la cipermetrina y la deltametrina; Piretrina y Piretroides se encuentran entre los insecticidas más comunes.

Para que los tratamientos sean eficaces, es bueno identificar la franja horaria en la que se deben llevar a cabo evaluando también el tipo de mosquito a atacar. Si vamos a actuar contra el mosquito común - Culex - será bueno intervenir en las primeras horas de la tarde o al amanecer; en caso de que el objetivo sea el mosquito Tigre, la tarde será el mejor momento.

El tratamiento, cuya frecuencia tendrá que ser bastante cercana en los meses más críticos - de abril a octubre - se puede hacer con diferentes sistemas mecánicos.

La ventaja del atomizador de hombro, radica en su capacidad de distribuir el producto de manera específica y precisa tanto en áreas no muy extensas como en áreas de difícil acceso con medios llevados y por lo tanto menos ágiles. El uso de un atomizador, además, tiene la ventaja de dispensar al operador de la fatiga del bombeo inherente en el uso de bombas de hombro manuales, incluso si se trata de jardines o pequeñas parcelas.

Además, gracias al micronizador y al aire que actúa como vector para el producto químico y crea movimiento en la vegetación, se obtiene un mejor resultado. Esto es aún más cierto en los tratamientos contra los mosquitos que, durante las horas cálidas, encuentran refugio en las zonas de vegetación más densa .

El contacto entre el mosquito y el producto utilizado, puede ocurrir tanto en la fase de vuelo del insecto como cuando se coloca en la superficie vegetal tratada. Naturalmente, se deben observar cuidadosamente las dosis indicadas en el producto elegido que deberá distribuirse sobre la vegetación, hasta dos metros de altura, a lo largo de los lados perimetrales evitando las zonas de césped soleado donde tendría poca o ninguna utilidad. También en este caso vale la precaución válida para todos los tratamientos con fitofármacos: el producto no se distribuirá en días muy ventosos o en días o semanas en los que se prevean lluvias. Cuándo tratar De noviembre a marzo, solo las temperaturas pueden hacer su parte; los períodos de unos días - 2 o 3 - por debajo de los diez grados centígrados pueden neutralizar los huevos de mosquito tigre; desde marzo, cuando las temperaturas suben por encima de los 10 grados y el fotoperíodo se alarga, es el momento de actuar con prácticas de prevención como ovitrampas y larvicidas, pero también teniendo cuidado de eliminar el estancamiento del agua, cubriendo los bidones para la recogida de agua de lluvia, vaciando semanalmente en el suelo y no en las alcantarillas el agua de los platillos, de los pequeños abrevaderos, de las regaderas u otros recipientes, y procediendo al corte periódico de la hierba. En junio, el calor y la humedad provocan una verdadera explosión de estos insectos. En este punto, si se ha trabajado bien antes, la situación será habitable, de lo contrario tendrá que pasar a las prácticas de control de plagas vistas en adultos. A finales de agosto el pico de infestación es máximo pero desde aquí hasta el año siguiente, la carretera está en descenso; con el final del verano y la llegada de temperaturas más bajas, de hecho, la presencia de estos insectos disminuye hasta su desaparición.